miércoles, 27 de agosto de 2008

ENTREVISTA A CELESTE FLORES

Celeste es una mujer joven, profesora universitaria de la tierra del cabrito y la machaca, de la preciosa Sultana del Norte, Monterrey. Me ha llamado muchísimo la atención su blog: “Diario de una Obesa en Monterrey”. No llegué a éste por morbo, sino por medio de un link que solo contenía su nombre “Celeste”. Pocas veces se alegra uno tanto cuando descubre post que valen mucho la pena como todos los que existen en el blog de Celeste.
Me lo bebí, literalmente. Me maravillé y la admiré. Así mismo sentí la necesidad de dar a conocer su historia y, en donde más, que en esta revista Mujer en Palabras y en ésta sección “Ayudándonos”. Ya ustedes juzgarán por sí mismos, pero quiero decir que pocas veces se ven lecciones de “auto-ayuda” y “auto-amor”, tan admirables como en este caso.

IM. Celeste, he visto en tus post que no te andas por las ramas, que tal vez en algún tiempo fuiste permisiva con tu persona o quizá inconciente en cuanto a tu sobrepeso, dinos por favor ¿cuál fue el detonante para que te decidieras a bajar de peso?

CF. Quisiera aclarar que sigo siendo gorda aun estoy en el proceso, y que todo obeso es inconciente de su sobrepeso, es una autoengaño, un autopadecimiento y un autoconformismo. Decidí bajar de peso porque me sentía mal, tenía dolor de piernas, espaldas, presión en el pecho, latidos muy fuertes, mal humor, decaimiento, baja autoestima, sueño todo el tiempo, dejé de trabajar al 100 por ciento, son tantas cosas, pero para ser honesta, el detonante fue un YA BASTA, me cayó el veinte finalmente porque me veía insana adrede, y hay tanta gente con cáncer, que sufrió un accidente o discapacidad porque el destino así lo dictaminó y yo estaba con esta terrible incapacidad por mí misma, no podía aceptarlo más. Finalmente salí de vacaciones con mi esposo a Xilitla, porque amamos lo natural, pero no logré dar término al recorrido por mi obesidad, fue un triste encuentro con mi discapacidad.

IM. Te has adentrado verdaderamente en el problema de salud que te aqueja y tocas todas las “capas” del problema, desde tu niñez hasta tu vida sexual, no sé si todos tus lectores se percaten, pero yo he sentido dolor y sufrimiento porque irremediablemente al escribir se recuerda, y también he sentido al leerte, que es falso que quienes tienen sobrepeso se conformen, o que no se percatan o son los típicos “gorditos felices” que aparentan ser. ¿Qué te ha llevado a desmitificar y a reconocer, más allá del comentario de tu blog “para no olvidar cómo era”?

CF. Principalmente por que lo he logrado, he bajado de peso, he sido no delgada, sino “flaca” pero no lo sostuve, olvidé como se sufre siendo obesa, reconozco que me he fallado, y reconozco que cuando pesaba muchísimo menos me sentía mejor en todos los sentidos, lo reconozco porque yo sabía que estaba mal, uno se sienta en el baño y ve sus enormes llantas y no dice, que bonita me veo ¿verdad? Obvio que uno sabe que se está mal, pero no se tienen… las fuerzas para admitirlo. Yo admito que soy una DROGADICTA, mi droga es la comida, y cuando comprendí esto cambio totalmente mi razonamiento, acepté que tenía un problema, y un problema grave.

IM. Mi interés al pedirte un artículo y una entrevista ha sido porque considero que por medio de tu experiencia y más que nada la forma en que decidiste transformarla, puede ayudar a muchas mujeres con “sobrepeso”. Desde tu punto de vista, dinos qué es lo más importante para empezar a ayudarse en estos casos.

CF. Creo que nadie puede ayudarte si tú no tomas la decisión de aceptarlo, si tú no aceptas que tienes un problema, y admites que necesitas ayuda especializada; aceptar que tenemos una adicción y tener fe y confianza en que sí podemos cambiar. ¡Porque sí se puede! Imagínate no tener dolor de espalda, de piernas, de brazos, de ¡nada! Subir y bajar escaleras sin cansancio, tenemos que ayudarnos nosotros mismos, nadie hará nada para que cambies... sólo eres tú contra ti mismo.

IM. ¿Cuántas veces iniciaste y dejaste una dieta, Celeste?

CF. El yoyo efect ha durado en mí tantas veces que no las cuento ya, desde los 6 años subo y bajo, y recontra bajo, luego recontra subo, he logrado el éxito pero no por más de un año.

IM. ¿Qué diferencia hay entre visitar un Nutriólogo y hacer una dieta por cuenta propia?

CF. Después de la pregunta anterior, creo que la diferencia la hace uno, sin embargo el que tengas una avance controlado, que sepas cuanto bajas y sobre todo que alimentos te ayudan a mejorar, es evidente que con un especialista es mejor.

IM. Alguien que nunca ha batallado para agacharse por algún objeto caído no puede valorar lo que esto significa, emocionalmente ¿qué significa esto para ti?

CF. Eso ha sido para mí lo más triste, no sólo el agacharme por algo, sino el abrocharme los tenis, no poder rodearme las piernas con mis brazos, el cansarme por hacer la limpieza de mi casa, el sentarme y ver una inmensa llanta en mi cuerpo, el que siempre me manden a sentar en el copiloto del auto y tantas cosas que he vivido por ser obesa, es realmente una discapacidad, tristemente tuve que verlo así para comprender la gravedad de mi problema.

IM. Como padres que amamos a nuestros hijos, no nos percatamos del problema real del sobrepeso y pensamos: “ya bajará cuando empiece a crecer”, “está muy pequeño aún para ponerlo a dieta, pobrecito”, o simplemente, y esto es una verdad, acostumbrarnos apaciguar a nuestros hijos con golosinas cuando éstos reclaman nuestra atención y nosotros no podemos dársela o no queremos o simplemente estamos cansados para sus demandas. ¿Qué consejo darías a los padres?

CF. Evidentemente las familias y las tradiciones hacen que uno se acostumbre a comer ciertos alimentos, pero si se niegan a ayudar y orientar a sus hijos desde niños no habrá marcha atrás, tienen que educarlos además de darles buena nutrición, y así podrían tener una mejor calidad de vida. Ser niño obeso trae muchas consecuencias, no sólo las emocionales sino las físicas, además de la propensión a muchas enfermedades, un niño gordito no es un niño sano, debemos dejar de pensar esta idea para lograr disminuir esta terrible cifra que sitúa a México a la alza en Obesidad Infantil.

IM. Creo, Celeste, que dentro de lo que escribes existe una preocupación real por el tiempo perdido y una gran tristeza por ello. Dinos como digieres esto y tus propias conclusiones.

CF. Como tú dices, es una enorme tristeza, pero el hubiera no existe, tengo la oportunidad de vivir mis 30s en plenitud, y encontrarme, conocerme finalmente, todo el tiempo que perdí, perdido está, fueron experiencias que me ayudaron ahora a recapacitar y darle el giro que le hacía falta a mi vida, trato de “digerirlo” como tú dices, pensando positivamente, tratando de ver que los fracasos en mi peso, fueron escalones que tuve que pasar para llegar a esta madurez mental que tanta falta me hacía, por eso trato de dar a conocer mi historia, para que chavas y chavos de 15s, 20s, tengan una oportunidad de vivir la edad de la punzada en plenitud, y no se pierdan de playa, de discos y de ¡nada! Yo tengo la oportunidad de vivir sanamente ahora con este estilo de vida con mi esposo y es algo que me ilusiona muchísimo.

IM. Sé que es metafórico cuando dices que tu religión es la Nutriología, pero entiendo el significado. Dime, hablando en comida, alimentos que signifiquen nutrición para ti.

CF. Realmente soy una enamorada de la comida, y amo cocinar, ningún alimento es malo pero en exceso sí, para mí significa nutrición comer sanamente, frutas, verduras, carbohidratos en su forma más pura, sin embargo obviamente tuve que aprender a cocinar con menos grasa, con más vegetales y hacerlo de una forma rica y saludable, evidentemente me convertí a la Nutrición.

IM. ¿Cuándo puedes darte un antojo, Celeste?

CF. Aún estoy en proceso de llegar a la meta, me puedo dar de vez en cuando un antojo pero trato de evitarlos por completo, no confió en mí y tengo miedo a que si me dan la mano, me tome el pie completo. Prefiero decir NO GRACIAS.

IM. ¿Cómo haces para mantenerte en la batalla y no decaer?

CF. Tengo mil de trucos, tengo fotos de cuando pesaba 112 kilos en todas partes, en mi cartera, en mi oficina, en el refri de mi casa y en el de casa de mi mamá, les he contado a mis amigos, y todos me vigilan, este mismo blog que abrí me compromete más y más a no defraudarme, y a no defraudarlos, voy día a día, tratando de no hacer planes mentales de un cuerpo tal, o una talla tal en unos meses, sino pensar en que cada día que venzo la adicción es un logro para mí. Además veo mi cuerpo, tengo mil batallas en él, y ésta espero que sea la última.

IM. ¿Te contraindicaron el ejercicio mientras estás bajando de peso, por aquello de que supuestamente da más hambre?

CF. Para nada al contrario, me pidieron leves caminatas de 30 minutos, se me hicieron ya un hábito y trato de ir lo más seguido posible, cada vez aguanto más y hasta puedo correr y trotar, es maravilloso. Y no me da más hambre.

IM. ¿Combinas tu dieta con algún medicamento?

CF. Estoy bajo tratamiento y supervisión médica, estoy tomando “chochitos” y Burner, evidentemente mi sobre peso lo requería, sin embargo mi nutrióloga me tiene muy controlada, la veo cada semana, y lleva el record de todos mis pesajes, y pronto dejaré de tomarlas, muchas otra veces tomé cosas para ayudarme a bajar de peso, unas recetadas y otras autorecetadas, sin embargo si abandonas el proceso las consecuencias son culpa tuya.

IM. Y el agua, ¿qué papel juega el agua natural en tu dieta?

CF. Para mí el agua es fundamental, primero antes no la tomaba, podría pasar dos días enteros sin un vaso, tenía mi amado refresco, pero ahora tomo 2 litros de agua, no estoy obsesionada a medir mis botes de agua y si un día tomo más o menos no pasa nada, pero mi piel me lo ha agradecido ampliamente.

IM. Para terminar nuestra entrevista, dinos por favor, ¿por qué crees que otras personas con sobrepeso no se deciden a ayudarse a sí mismos? ¿Y qué necesitan hacer para empezar a hacerlo? Y te pediría, como un favor especial, que nos regalaras una foto del “antes y otra del después”.


CF. Decidirse de inmediato, aceptar el problema, y tener fe de que sí se puede cambiar, es un camino largo y triste, lleno de sufrimiento y satisfacciones, por más gordo que seas siendo perseverante se puede cambiar, confianza en ti mismo, y saber que se es tan fuerte como para vencer el obeso que lleva uno dentro, además como a mí me dijeron, tienes viviendo en ti a una persona adolescente, o sea el sobre peso que tenía era el peso de alguien de secundaria, si escuchando esto no reaccionas, no sé con qué… Piensa que vas a lograr conocerte y que lograrás ser quien tú quieres ser, alguien sano y pleno.

IM. Mil gracias, Celeste, espero y deseo que muchas mujeres y personas en general, puedan beneficiarse con tu historia, que es como ya lo dije, digna de admirarse y aprender de ella.

CF. Gracias a ti por interesarte en mi historia, y por dar a conocer mi blog, lo pongo de una vez, http://www.diariodeunaobesaenmty.blogspot.com/, me interesa mucho que sepan que sí se puede cambiar día a día, y que tengan fe en sí mismos, es maravilloso que gente sin sobre peso comprenda esta enfermedad, y se interese por ella para crear conciencia de que vivir en estas condiciones es vivir a medias. Nuevamente Muchas Gracias.

No hay comentarios: